Ahora las soluciones también están al alcance de todas las personas y es el momento de dar un paso: libérate del poder fósil y pásate al autoconsumo o a una comunidad energética, además de ahorrar energía.
Desconéctate del gas en casa: si puedes, aísla tu vivienda, cambia tu cocina a eléctrica de inducción y tu calentador y tu calefacción por bomba de calor conectada a una instalación de autoconsumo.
Además exige que el desarrollo de las energías renovables sea respetuoso con las personas y la biodiversidad.
Vivimos en casas fósiles
La mayoría de los españoles vivimos en casas fósiles, es decir que dependen de un combustible fósil para ser confortables en invierno, para el agua caliente y para cocinar. Y esto ya lo notamos en la factura el invierno pasado, pero la actual situación energética augura mayores facturas en este invierno, y los inviernos y veranos por venir. Las comunidades de vecinos con calderas compartidas aún están en una situación más crítica pues su tarifa de gas o fuel no está protegida.
Lo paradójico es que la dependencia de los combustibles fósiles en todos nuestros hogares y municipios, aun con la coyuntura de carestía y precios, no deja de aumentar.
El oligopolio energético (las pocas empresas que controlan el mercado) emplea todo su poder de lobby político y propagandístico para vendernos falsas soluciones para salir de la crisis energética usando más gas. El gas lo han vendido como barato, limpio y disponible, pero en realidad no lo es. Aun así, sigue la expansión de las infraestructuras de gas, grandes y pequeñas, por toda la geografía:
¿Cómo salimos de nuestras casas fósiles? Tenemos que parar la dependencia del gas y otros combustibles fósiles en nuestros municipios y hogares.
Vamos a hablar de lo que puedes hacer en tu casa o bloque para pasar de una casa fósil a una casa renovable, eficiente y confortable.
Casas con renovables
Un paso imprescindible para nuestros bolsillos y el planeta es que la electricidad que consumimos en nuestros hogares sea de origen renovable y producida, si es posible, cerca de casa y en manos de la ciudadanía.
Y para eso no hace falta ser ni experta, ni rica, ni tener tejado. Todos y todas podemos tener ya energía renovable limpia y sostenible en nuestros hogares, vivamos en una casa aislada🏠 o en un bloque 🏢.
Aunque hay muchas tecnologías renovables disponibles para generar y consumir tu propia energía (solar, biomasa, minihidráulica, eólica, minieólica, geotermia, etc) la tecnología más fácil, barata, accesible y modular es el autoconsumo solar. La instalación de paneles solares fotovoltaicos en la cubierta de tu edificio o en un terreno cercano o no te permitirá tener energía casi gratis para tus consumos de electricidad. Si además pasas tus equipos térmicos a electricidad, también podrán funcionar gracias al sol (o si no quieres electrificar tus equipos térmicos, puedes optar por la energía solar térmica y/o la biomasa).
Utilizando placas solares conseguirás un ahorro de entre un 40% y un 80% de tu factura de la luz.
Aquí te contamos resumidamente cómo hacerlo tengas tejado en propiedad o no:
¿Tienes un tejado en propiedad?
Vivas en una casa aislada🏠, en un bloque de vecinos🏢 o tengas una empresa, ahora puedes hacerte un autoconsumo (individual o colectivo). Es mucho más sencillo de lo que piensas, hay muchas empresas especializadas que te hacen todo el papeleo, y los costes y subvenciones de las placas solares te sorprenderán. ¡Infórmate y da el paso!
¿No tienes tejado en propiedad?
Si no tienes un tejado disponible en propiedad también hay alternativas para ti. Desde 50€ puedes convertirte en co-propietaria o inversora en proyectos renovables; o conectándote a otros autoconsumos de vecinos o edificios públicos (se llama autoconsumo colectivo). Lee más sobre esta opción.
Casas bien aisladas
Otro paso indispensable hacia viviendas seguras y confortables es mejorar su aislamiento térmico, el único camino para dejar de perder energía.
Da igual la cantidad de calor que introduzcas con una caldera, nunca se llenará tu casa de un ambiente confortable y templado si no tapas los agujeros por donde se escapa la energía a raudales. Cada vivienda es un mundo pero, de media, más de la mitad de la energía la pierde por ventanas y paredes y el resto se va mucha energía por el tejado y el suelo. Antes de plantearte cambiar cualquier sistema de calefacción de tu casa hay que tapar esos agujeros térmicos de tu hogar. Si solo tuvieses recursos para una cosa, inviértelas en aislante quemarás menos gas o gasoil al fin y al cabo.
👉25% de la energía se pierde por el tejado/techo
👉25% de la energía se pierde por las ventanas
👉35% de la energía se pierde por las paredes
👉15% de la energía se pierde por el terreno/suelo
A partir del 2008, las casas que se construyen y las que se venden o alquilan están obligadas a tener un certificado energético donde se clasifican de la A a la G (siendo A la mejor calificación) en función de su eficiencia energética.
- El certificado energético no solo depende de su aislamiento sino también de la zona climática y si tiene o no calefacción renovable/ eficiente y/o paneles solares térmicos o fotovoltaicos.
- Desgraciadamente solo un 1% de las viviendas se encuentra en el nivel A.
- El 16% se sitúa entre la A y la D, y el resto se encuentra por debajo de la D.
- En España existen unos 25 millones de viviendas y casi la mitad de ellas se construyeron antes de 1979. Si no han sido reformadas, sufren un estado de “ruina energética”.
Hay maneras de detener este “coladero” de energía en nuestras viviendas y es la manera más lógica de empezar a no depender (o al menos depender menos) del gas o gasoil. Aquí algunos paso a seguir:
Estudiar la vivienda
Cada vivienda es casi única. Para mejorar tu aislamiento déjate aconsejar por expertos de las oficinas energéticas públicas o por técnicos independientes que estudien tu caso y te propongan alternativas. En ocasiones, los comerciales solo te orientan para venderte sus marcas o soluciones únicas. Piensa que las reformas energéticas han de estar siempre certificadas, es decir que un técnico estudie tu certificado inicial y el final y exista una mejora evidente de entorno al 30%. En algunos caso llegan al 80% de la inversión. ¡Ganáis todos y todas!
Financiar soluciones
Cuando uno piensa en aislar la casa piensa en una gran reforma de la vivienda, pero existen soluciones relativamente baratas y con gran impacto en tu bienestar que pueden subir el certificado energético varias letras a un coste asumible. Una vivienda con aislamiento térmico eficiente puede ahorrar hasta 1.000€ al año en la factura de la luz y el gas. El coste puede alcanzar los 11.000€ pero es que, además, hay subvenciones que cubren entre el 30-80% del gasto. Amortizas la inversión en pocos años.
Menú variado de soluciones
Hay muchas soluciones básicas que no requieren licencia de obra. Los muros (suelo, paredes, tejado) se pueden aislar con aislamiento exterior adicional (SATE) o rellenando las cámaras de aire. Siempre se debe intentar poner aislantes ecológicos como el corcho o la celulosa. El grosor de aislante mínimo debe ser de 6 cm y, si puede ser, más. Sin embargo, en la actualidad el reglamento (CTE) exige actualmente un grosor en Madrid de 4 cm mientras que los escenarios de ahorro de Greenpeace (Energía 3.0) consideran 24 cm. Respecto a los acristalamientos las ventanas con rotura de puente térmico y cristal aislante de 1,5 w/m2 ya se pueden encontrar en el mercado a buen precio.
Soluciones para inquilinos
Si como el 25% de los españoles vives en una casa alquilada, ¡tú también puedes dar el paso! Con los argumentos adecuados podrás convencer a tu casero/casera, dado que los beneficios de las mejoras las disfrutan ambas partes, porque la vivienda también se revaloriza. El certificado energético es obligatorio (lo tiene que hacer la propiedad) para alquilar cualquier vivienda o local y te puede permitir negociar una bajada de alquiler si la vivienda está mal aislada.
Soluciones colectivas
Si eres como el 66% de los españoles, que vive en un bloque de pisos, intenta convencer a tus vecinas y vecinos de mejorar el bloque juntas con ayudas públicas. Las soluciones de aislamiento son mucho más efectivas y baratas en el bloque entero, pues se hacen por el exterior de la vivienda y no es necesario aislar ni suelos ni techos. La nueva reforma de la Ley de Propiedad Horizontal facilita la rehabilitación energética hace más fácil las decisiones de las reuniones de vecinos permitiendo la mayoría simple para estas mejoras. También permite destinar el fondo de reserva obligatorio a obras de eficiencia energética.
Que el aislamiento de las viviendas es muy importante en la transición energética es un secreto a voces. Hay muchos fondos públicos disponibles y una industria de la construcción que seguro es capaz de cubrir la necesidad de las viviendas.
Pero salir de las casas fósiles no termina con el aislamiento de la casa, es solo el principio de un camino que mejorará tu vida y asegura tu futuro frente a un mundo incierto.
Como hemos aprendido, aísla tu casa, lo más posible, en la medida de tus posibilidades. Esto hará tu vida y la de tus vecinos mucho más confortable. Pero si sigues calentando con una caldera de casa o gasoil, aunque menos, seguirás siendo chantajeado por la industria fósil a través de la incertidumbre de sus precios volátiles y, además, te obligarán a alimentar la crisis climática y numerosos conflictos.
Casas confortables
Otro paso que no puedes dejar de hacer hacia viviendas seguras y confortables es optar por un sistema de calefacción que no queme gas o gasoil.
- Si ya tienes una casa aislada pero continúas con tu caldera de gas o gasoil seguirás dependiendo de precios prohibitivos como los que sufriremos este invierno.
- ¡OJO! No tengas la tentación de no aislar tu casa antes o al mismo tiempo que poner un sistema de calefacción renovable. En caso contrario emplearás energía eléctrica o biomasa para tener confort, pues parte se va por los agujeros del colador.
¿Qué es una climatización renovable?
Las viviendas tienen normalmente tres usos térmicos donde aún se usa gas o gasoil, que es lo que estamos aquí llamando climatización para simplificar. El uso térmico fundamental es la calefacción de la vivienda, pero también tenemos agua caliente sanitaria o ACS y la cocina/horno. Si realmente quieres sacar los combustibles fósiles de tu casa tienes que convertirlos todos a alternativas renovables. Tienes muchas opciones y se pueden combinar o hibridar:
Climatización por aerotermia
La aerotermia es un sistema de climatización que obtiene energía del aire para convertirla en calefacción y refrigeración. Suelen ser aire-agua o las más habituales aire-aire también conocidas como bomba de calor. Este sistema es el más eficiente y permite extraer hasta el 75% de la energía del aire. El único consumo eléctrico requerido es para hacer funcionar el motor del compresor.
Calentador por aerotermia
La aerotermia consta de una bomba de calor aire-agua que nos permite calentar o enfriar el agua para la calefacción y para el ACS. Normalmente se instalan máquinas combinadas (calefacción + ACS). Si hay espacio en la vivienda puede ser conveniente poner máquinas separadas pues son más eficientes y así puedes apagar la calefacción del todo cuando no la necesites.
Geotermia
La geotermia es un sistema similar a la aerotermia pero extrae la energía del suelo por lo que requiere un pozo enterrado. Es el sistema de menor consumo pero, a diferencia de la aerotermia (que puede instalarse en cualquier lugar), la geotermia es mucho más complicada y exige un nivel de obra considerable solo rentable para grandes necesidades de calor.
Caldera de biomasa
Son aparatos que proporcionan calefacción pero también puede dar ACS. Emplean la combustión de desechos orgánicos, siendo los más comunes los pellets, la leña, los huesos de aceituna y la cáscara de algunos frutos secos. Se consideran renovables y sostenibles siempre y cuando el combustible sea reciclado o de gestión forestal sostenible y local. Tiene limitaciones de instalación en zonas urbanas y suelen necesitar algo más de espacio para almacenar el combustible.
Paneles solares térmicos
Proporcionan agua caliente para agua sanitaria, como apoyo para la climatización. Se suelen instalar en combinación con aerotermia o calderas de biomasa para ahorrar energía y dinero. Normalmente para simplificar la instalación se recomienda instalar paneles solares fotovoltaicos pues permite generar energía eléctrica para alimentar la aerotermia y el resto de electrodomésticos o ser volcada a la red.
Cocinas/hornos eficientes
La cocina de inducción es una forma de cocina más eficiente que la tradicional de vitrocerámica o gas, pues se calienta directamente el recipiente a utilizar, no indirectamente. Además logra un control eficiente de la potencia, calienta dos veces más rápido, detecta la forma y tamaño del recipiente. El horno es otro electrodoméstico de cocina que también consume gas. Existen modelos de horno eléctrico muy eficientes que consumen menos energía. Tanto cocinas como hornos están obligados a tener etiqueta energética. Cuanto más cerca estemos del A+++, menos energía eléctrica consumirá y más económico será.
La calefacción es el mayor consumidor de gas y gasoil de la vivienda. La calefacción del futuro será mayoritariamente la aerotermia.
¿Cuánto cuesta?
Existe una creencia de que para mantener el confort en la vivienda son necesarias máquinas de aerotermia con una potencia equivalentes a las calderas de gas y que, por ello, los costes son prohibitivos. Además, se aconseja la instalación de suelo radiante o radiadores de baja temperatura para transmitir toda esa energía a la vivienda. Este enfoque aumenta el coste total del proyecto y suele disuadir a muchos clientes a dar el cambio. Realmente con un enfoque holístico es preferible invertir en aislamiento para bajar la necesidad térmica de la vivienda y comprar una máquina lo más ajustada a esas necesidades. En este caso se podrían usar los radiadores existentes y el coste total del proyecto sería mucho más accesible.
¿Cuánto gasta?
Por lo general, cuanto más asequible es el dispositivo, más ineficiente y más caro saldrá usarlo a largo plazo. Por ejemplo, las estufas eléctricas tradicionales son muy baratas, pero consumen tres veces más energía (0,142 €/kWh) que la aerotermia (0,041 €/kWh). El gasóleo C (0,084 €/kWh, caldera térmica) y el gas natural (0,055 €/kWh) es sin duda la más cara usar después de la electricidad. A largo plazo, el ahorro aparente se convierte en un sobrecoste mensual.
A pesar de la inversión inicial, la aerotermia es la opción con mayor ahorro a largo plazo, porque el coste de usarla suele ser notablemente menor. Una vivienda con aerotermia bien aislada permite ahorrar un 60% de energía o unos 400 euros al año en la factura de la luz y/o el gas. En una vivienda bien aislada con máquinas de aerotermia de pequeña potencia se puede bajar la factura eléctrica además de no usar gas.
¿El gas afecta a mi salud en casa?
Un reciente estudio de la Universidad de Stanford (EEUU) ha demostrado que las calderas y cocinas domésticas de gas tienen pérdidas de metano incluso cuando están apagadas. El estudio concluye que estos aparatos liberan alrededor del 1,3 % del metano que usan (el metano es el principal componente del gas natural), un potente gas de efecto invernadero, a través de fugas y combustión incompleta. Además, estos aparatos liberan en nuestros hogares altos niveles de óxidos de nitrógeno y otros contaminantes, exponiéndonos a enfermedades respiratorias.
Quitarnos del gas sin dejarnos a nadie
Tener viviendas confortables es un derecho que aún está lejos de ser garantizado: el alto coste inicial de aislar los hogares e instalar soluciones de calefacción renovables significa que no son accesibles universalmente, especialmente para los hogares con bajos ingresos e inquilinos. Es habitual que las personas más vulnerables, además de sufrir más frío en invierno y calor en verano, consuman más energía, pues emplean sistemas más precarios y tienen viviendas peor aisladas. La Unión Europea y los gobiernos nacionales deben ampliar rápidamente los programas que garanticen que todos los hogares puedan aprovechar los beneficios del ahorro de energía y las tecnologías de calefacción renovables.