22-11-2023

¿Una segunda vida para tu ropa?

Quizás alguna vez te hayas preguntado qué pasa con tus prendas cuando las dejas en los contenedores de ropa usada que hay en diferentes lugares públicos o en tiendas. En Greenpeace también lo hemos hecho, y para averiguarlo, hemos llevado a cabo una investigación que te contamos a continuación. Spoiler: tu ropa no siempre tiene el final que desearías…

Con el Black Friday llega otra oportunidad para consumir a bajo precio y, por qué no, otra oportunidad para pensar en quién repercute ese bajo precio de las cosas que compramos. Es decir, qué otros costes asociados no estamos pagando porque son otros quienes los asumen.

Las grandes marcas nos animan a comprar más y más ropa barata. Pero cuanta más ropa compramos, más ropa desechamos… Nuestros armarios tienen una capacidad limitada. Es por eso que marcas como las españolas Zara o Mango, al tiempo que nos invitan a aprovechar el día del consumo desaforado, establecen sistemas que prometen dar una segunda vida a la ropa que ya no quieres. Así podemos liberarnos tranquilamente y sin remordimientos de ella, aunque esté en perfectas condiciones de uso o lleve menos de un año en nuestro armario. Promover la compra de nuevas prendas y facilitar deshacernos de las que ya no queremos parece un negocio redondo bajo la etiqueta de economía circular que promulgan las marcas. 

Estos sistemas de recogida de ropa usada, con contenedores instalados en sus tiendas, son aún de carácter voluntario, aunque en 2025 serán obligatorios para todas las empresas textiles (si te interesa este tema, la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular lo explica en detalle). Pero la realidad es que actualmente no existe una economía circular que pueda sostener este modelo desaforado de comprar y tirar. Los impactos de la industria de la moda rápida son muchos y uno de ellos es lo que ocurre con la ingente cantidad de prendas que desechamos

Por eso Greenpeace ha querido conocer qué pasa con esas prendas una vez que las dejamos en los contenedores, tanto en los que vemos en la vía pública como los que encontramos dentro de las tiendas. Pues bien, lo hemos investigado y te contamos los resultados más adelante, pero antes queríamos darte alguna información que te ayudará a entender mejor el problemaSegún un reciente informe de la Agencia Europea del Medioambiente (EEA):

En las últimas dos décadas se ha triplicado la exportación de ropa usada desde la UE: desde 550.000 toneladas en 2000 hasta casi 1,7 millones en 2019.

Esto supone un promedio 3,8 kilogramos por persona: el 25 % de los textiles consumidos año en la UE.

Se calcula que un 80 % de los residuos textiles que se recogen selectivamente en los Estados miembros se destinan a la exportación fuera de UE.

El destino final de la ropa usada exportada desde la UE es incierto y la idea de que dejar nuestra ropa en un contenedor “le da una segunda vida” y ayuda a personas necesitadas no se corresponde plenamente con la realidad.

Debido a la obligación de recoger los “residuos” textiles por separado en todos los países de la UE a partir de 2025, la cantidad de ropa usada con un destino incierto puede aumentar aún más.

Según el informe de Moda Re “Análisis de la recogida selectiva de la ropa usada en España”, en 2019 sólo el 12,16 % de los residuos textiles se recogieron selectivamente y en su mayoría (el 94 % del total) se hizo a través de contenedores en vía pública. Este 12,16% es el valor más bajo de la UE, muy alejado de la media, que se sitúa en un 38 %, o del valor máximo que lo tiene Alemania, con un 60 %, según el informe de Fashion For Goods publicado en 2022.

En España, solo el
12% de los residuos textiles se recogieron selectivamente en 2019
En Kenia, hasta el
40% de la ropa usada que reciben es de muy mala calidad

El informe de Greenpeace “Regalos envenenados”, documentó en 2022 el impacto de los residuos textiles disfrazados de ropa de segunda mano que se exporta a África Oriental. Por ejemplo, en Kenia, según Afrika Collect Textiles y otras fuentes locales, entre el 30 % y el 40 % de la ropa usada que reciben es de tan mala calidad que ya no se puede vender y se convierten en residuos textiles que muchas veces terminan en vertederos sin recibir un tratamiento adecuado. Hasta el 69 % de las fibras utilizadas en la ropa son sintéticas (principalmente poliéster) y, por tanto, hablamos de residuos plásticos. De esta forma se agrava la situación que este tipo de contaminación ya genera en estos países. 

El río Nairobi, en Kenia, contaminado por enormes cantidades de ropa.
El río Nairobi, en Kenia, contaminado por enormes cantidades de ropa.

Dado que no existe infraestructura para eliminar estas enormes cantidades de residuos textiles y los vertederos oficiales están desbordados, los residuos se arrojan en todas partes, a lo largo de los ríos o en las inmediaciones de las poblaciones o, incluso, son quemados a cielo abierto provocando un impacto en la salud de las personas que viven cerca. Los tejidos sintéticos pueden tardar cientos de años en biodegradarse. Además, muchas prendas contienen productos químicos peligrosos que se utilizan durante el proceso de producción que pueden afectar gravemente al medioambiente. En definitiva: producimos demasiada ropa y generamos un problema que en buena medida paga el planeta.

Black Friday , contaminación , moda , residuos