Nunca hemos sido fans de los jets privados, ya nos conoces, y lo somos menos todavía cuando, con el buen tiempo y las vacaciones, nuestras islas se llenan de ellos. En esta entrada queremos destacar que, detrás de la apariencia glamurosa y de su estatus elitista, se esconde una realidad alarmante. Te contamos 5 aspectos que debes saber (y un bonus track) de los jets privados y por qué es fundamental prohibirlos.

1. Huella de carbono desmedida
   

   La industria de la aviación es responsable de una parte significativa de las emisiones de carbono en todo el mundo y no para de crecer. Representa cerca de un 2,5% del total de emisiones de CO₂. Dentro del sector, los jets privados tienen una huella de carbono desproporcionada. Estos aviones consumen grandes cantidades de combustible y emiten altas cantidades de dióxido de carbono por pasajero, lo que refleja las enormes desigualdades en la forma de contaminar.

   Sin embargo, el número de vuelos en jets privados no para de crecer en Europa. Según nuestro último informe “Las emisiones de CO2 de la aviación privada en Europa», el año pasado los vuelos de jets privados en Europa se incrementaron en un alarmante 64 % comparado con el año anterior: de 350.078 vuelos en 2021 a 572.806 en 2022. ¿No es sorprendente? Estos aviones, reservados para unos pocos privilegiados, contaminan hasta diez veces más que un vuelo regular (por persona y kilómetro) e incluso 50 veces más que un viaje medio en tren en Europa (por persona y kilómetro). En 2022, los jets privados generaron en Europa 3.385.538 toneladas de emisiones de CO2 equivalentes a las emisiones medias anuales de CO2 de 555.000 habitantes en la UE. Como puedes ver, es algo completamente desproporcionado. En un momento en el que debemos tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático, permitir que los jets privados continúen operando contradice los esfuerzos globales para reducir las emisiones y preservar nuestro planeta.

    

2. Fomentan aún más la desigualdad en el transporte
   

   Parece que usar los jets privados es algo glamuroso y sofisticado, pero nada más lejos de la realidad. El acceso a los jets privados, reservados para unos pocos privilegiados, representa un lujo extremo que perpetúa la desigualdad en nuestra sociedad, algo por cierto, completamente pasado de moda, admitámoslo. Mientras tanto, la mayoría de las personas, aunque no nos lo parezca, nunca han viajado, en concreto, el 80% de la población mundial nunca ha volado. Sin embargo, son ellas las más afectadas por la crisis climática. Cada día vemos como muchas personas se ven obligadas a desplazarse de sus hogares debido a los efectos del cambio climático que provocan sequías, inundaciones u olas de calor cada vez más frecuentes y severas en Europa.  La persistencia de esta desigualdad en el transporte aéreo es injusta y absurda. Los jets privados tienen el doble de posibilidades de realizar viajes muy cortos, de menos de 500 km, que la aviación comercial. Según nuestro informe, en el 70% de las 10 rutas más populares en vuelos privados de corta distancia en Europa existen conexiones de tren de alta velocidad como por ejemplo las rutas entre Ginebra-París, Roma-Milán y Niza-París.
   

3. Son el medio de transporte menos eficiente del planeta
   

   Más del 60% del petróleo utilizado en el mundo se destina a transporte. Los jets privados consumen grandes cantidades de combustible fósil, un recurso no renovable y principal causante del cambio climático. A medida que aumenta la demanda de estos aviones, se acelera la explotación de nuestros recursos naturales, lo que a su vez contribuye a la degradación ambiental y al calentamiento global. Además, ¿sabías que a día de hoy la aviación no paga impuestos por el queroseno?. Esto significa que, irónicamente, un ciudadano común que llena el tanque de su automóvil paga más impuestos que alguien que vuela en un jet privado de Madrid a Mallorca. Este derroche de recursos es insostenible y es hora de cambiar esta realidad. Al prohibir los jets privados, podríamos redirigir esos recursos hacia alternativas de transporte más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.

4. Pagamos sus jets privados con nuestra salud y bienestar
   

   Además del creciente impacto en el clima, tenemos otros dos problemas importantes con los jets privados: las partículas y el ruido. Estos aviones privados emiten, no sólo dióxido de carbono, sino también otros contaminantes atmosféricos generando partículas finas y contaminantes locales. Que tienen un impacto negativo en la calidad del aire y en la salud de las personas que viven cerca de los aeropuertos y las rutas de
   vuelo.

   Las emisiones de partículas por pasajero son 72 veces superiores en los jets privados que en los vuelos regulares. Prohibir los jets privados no solo reduciría la contaminación del aire, sino que también protegería la salud y el bienestar de las comunidades locales.

   🎉El aeropuerto holandés de @Schiphol prohibirá los jets privados por sus injustos niveles de ruido y contaminación‼️👏👏

   Un aeropuerto no es suficiente, ahora hay que #StopJetsPrivados en toda Europa.
   Gracias a las protestas de @GreenpeaceNL y @NLRebellion #BanPrivateJets pic.twitter.com/6ZwXOhk6tU

   — Greenpeace España (@greenpeace_esp) April 4, 2023

5. Impacto en la justicia social
   

   Mientras que la mayoría de las personas luchan contra los efectos del cambio climático, como olas de calor extremas e inundaciones, unos pocos privilegiados continúan disfrutando de los lujos de los jets privados. Según un estudio, el 1% de la población mundial es responsable de más de la mitad de las emisiones de la aviación de pasajeros. ¿No crees que es hora de que aquellos que más contribuyen a las emisiones sean los primeros en hacer esfuerzos reales por reducirlas? Las emisiones provocadas por la aviación privada en Europa igualaron, solo el año pasado, la media anual de emisiones de CO2 de 3,3 millones de habitantes de África, lo que demuestra la elevada desigualdad que suponen estas emisiones de lujo.

Bonus track: ¡Datos al vuelo!

Como destino turístico que es, nuestro país no se queda atrás en estas emisiones de lujo:

🛩 España ocupa el 4º lugar en la lista de los países de la UE con más vuelos en jets privados, 45.633 al año. 

🛩 En 2022 alrededor del 8 % de todos los vuelos privados de Europa salieron de España. 

🛩 Los vuelos privados que salieron de España provocaron 243.900 toneladas de CO2. Lo que es igual a la media anual de emisiones de CO2 de 162.567 coches. En los últimos años no ha parado de crecer. 

🛩 El número de vuelos privados que despegaron de España se incrementó en un 74 % en 2022 

🛩 Palma de Mallorca fue el 8º aeropuerto más frecuentado de Europa por vuelos privados, seguido de Ibiza y Madrid-Barajas.

🛩 Y otro dato más que sorprendente, la ruta más corta de la aviación privada con 10 vuelos o más al año fue la que une Santiago de Compostela y A Coruña. Es impactante, sabiendo que para cubrir esta distancia, existe un tren que sale con intervalos de 30 minutos en ambas direcciones, que tarda sólo 30 minutos y vale 5 euros. Cualquier persona sabría que esta distancia es más corta y económica de recorrer en tren que en jet privado, pero algunos privilegiados se niegan a aterrizar a la realidad.

Por ir terminando, la prohibición de los jets privados es crucial en nuestra lucha contra el cambio climático y la justicia social. Promover alternativas de transporte más sostenibles y equitativas es la clave para construir un futuro más justo y respetuoso con nuestro planeta. El mundo se enfrenta a una crisis energética mundial que amenaza el sustento de millones de personas, y a una crisis climática cada vez mayor. Es urgente que acabemos con los aviones privados como el medio de transporte más desigual y más contaminante. La prohibición de los aviones privados sería una buena señal de justicia para la ciudadanía europea en el contexto de la actual emergencia climática.

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