La polinización de las flores es vital para nuestra alimentación y para la biodiversidad, pero las abejas, unas de las principales encargadas de esta misión, están desapareciendo.
El problema
Las abejas son mucho más importantes de lo que pensamos. La producción de alimentos a nivel mundial y la biodiversidad terrestre dependen en gran medida de la polinización, un proceso natural que permite que se fecunden las flores y den así frutos y semillas. Las abejas, y otros insectos como mariposas y abejorros, son unos de los grandes responsables de este proceso y, sin embargo, sus poblaciones están disminuyendo a pasos de gigante. Entre los factores que amenazan a los polinizadores están:
- La pérdida y deterioro de hábitats.
- Las prácticas de la agricultura industrializada, como los monocultivos (menor disponibilidad y diversidad de alimento para estos insectos) y el uso de plaguicidas.
- Parásitos y enfermedades.
- Especies vegetales y animales invasoras.
- Los impactos del cambio climático.
Se ha calculado que el valor económico de la labor de polinización de las abejas y otros polinizadores para la agricultura es de unos 265.000 millones de euros anuales en todo el mundo, 22.000 millones para Europa y más de 2.400 millones de euros para España, como calculamos en nuestro informe «Alimentos bajo amenaza». Así pues, incluso desde un punto de vista puramente económico, merece la pena proteger a las abejas.
Las cifras del problema que sufren los polinizadores son contundentes. El informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés) advierte que el 40% de los polinizadores invertebrados, en particular abejas y mariposas, se enfrentan a la extinción. Nos dice además que en Europa el 37% de las poblaciones de abejas están disminuyendo, un claro ejemplo de que el modelo agroalimentario predominante nos está llevando a un callejón sin salida.
La solución
A corto plazo, el primer paso es prohibir los productos tóxicos para las abejas actualmente en uso, y hacer que la evaluación de riesgos de los plaguicidas sea mucho más estricta. Por otro lado, deben ponerse en marcha planes integrales de acción para salvar a las abejas. Y la solución definitiva es la adopción de la agricultura ecológica como única vía para una producción de alimentos respetuosa con todos los habitantes del planeta.
La agricultura ecológica garantiza una producción sana y sostenible, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promueve la biodiversidad, no contamina el medioambiente con agroquímicos ni transgénicos y respeta la salud de las personas.
Este cambio lo puede iniciar la clase política, apostando por un modelo de agricultura ecológica y legislando en consonancia; los agricultores y agricultoras, cambiando sus prácticas de cultivo; y las empresas, desarrollando líneas de productos y técnicas ecológicas. Y, por supuesto, también personas como tú, demandando y consumiendo productos ecológicos y locales.
Más de 450.000 personas ya han firmado para salvar a las abejas y pedir la prohibición total de los insecticidas que están provocando su mortandad.
Qué está haciendo Greenpeace
En Greenpeace queremos conseguir un modelo de agricultura que proteja, mantenga y restaure la biodiversidad, respete los límites ecológicos y sea socialmente justa.
Trabajamos para que la sociedad y la clase política entiendan la importancia que tienen las abejas y otros polinizadores y las amenazas a las que se enfrentan. Luchamos también para que se prohíban los plaguicidas que son perjudiciales para las abejas y que se apoye decididamente la agricultura ecológica.
Gracias a la presión ejercida por las miles de firmas, Greenpeace y otros colectivos han conseguido en la UE que el fipronil se dejara de comercializar en septiembre de 2017, y que se prohibiesen casi totalmente tres insecticidas neonicotinoides muy dañinos para las abejas. Pero hay que seguir trabajando para parar otros plaguicidas que amenazan a las abejas y por lo tanto a la vida tal como la conocemos.
Qué puedes hacer tú
¡Actúa con tu consumo! La dieta es sin duda una de las mejores herramientas, y al alcance de todas las personas, que tenemos para contribuir positivamente a salvar el planeta y a mejorar nuestra salud, además de para promover una agricultura respetuosa con las abejas. Aquí te damos algunas ideas para consumir alimentos más saludables y respetuosos con el planeta.
¡Súmate a Greenpeace! Sé parte de nuestra organización para exigir un modelo agrario ecológico y sostenible. ¡Pincha aquí para unirte a Greenpeace!