En el modelo de ganadería industrial lo único que realmente interesa es producir mucho, rápido y barato. No importa cómo.
Además, este modelo está debilitando el medio rural, cuando deberíamos estar haciendo justo lo contrario: fortalecerlo. Porque solo con un campo fuerte y vivo podremos hacer frente a la emergencia climática y a la pérdida de biodiversidad y alimentar bien a toda la población, hoy y en el futuro. Sin embargo, la ganadería industrial destruye todo a su alrededor, también empleos, y no está ayudando en absoluto a fijar población en el rural.
Apostar por una dieta más sana y sostenible, con más alimentos de origen vegetal y menos de origen animal, permitiría un mundo rural vivo basado en el respeto al medio natural y a los recursos como el agua, y supondría un paso indispensable para frenar el colapso de la biodiversidad. El excesivo, insano e insostenible consumo de carne y otros derivados animales solo es posible bajo un sistema de producción industrial. ¿Qué modelo queremos?
Puedes leer el informe completo, que incluye una exhaustiva investigación sobre la contaminación por nitratos en la zona de A Limia, aquí.