Las macrogranjas son el máximo exponente de la ganadería industrial, un modelo que causa cambio climático, contaminación del agua, maltrato animal y mucho más.
No hay una definición oficial de macrogranja, pero según la normativa se consideran complejos ganaderos industriales las explotaciones que, entre otras cosas:
Sin embargo, en Greenpeace pensamos que estos números simplifican mucho la realidad y, además, no incluyen las explotaciones de vacuno. Por otra parte, la normativa fue revisada en 2024 y los umbrales han bajado, por lo que más explotaciones ganaderas van a tener que cumplirla. Lamentablemente, las explotaciones de vacuno siguen quedándose fuera, pero antes del 31/12/2026 se tiene que presentar los resultados de la evaluación que ha exigido la Comisión Europea y que dirá si se integra este sector y cómo. La cuestión no es tanto cuántos animales (que también), sino cómo se “crían” estos animales.
El problema
Las macrogranjas son el exponente máximo de la ganadería industrial. Son instalaciones muy mecanizadas con una gran capacidad de producción en un espacio reducido para el número de animales que alberga. Es una ganadería sin tierra, altamente dependiente de insumos externos (agua y piensos) y que genera muchas emisiones y residuos. En estas instalaciones industriales, los animales no salen al campo y pasan su vida encerrados y hacinados. Son auténticas fábricas de carne, leche y huevos, pero también de cambio climático, contaminación y sufrimiento
El objetivo de las macrogranjas es claro: obtener la mayor producción de carne, leche y huevos al más bajo coste y en el menor tiempo posible. Para ello meten a una cantidad ingente de animales en un espacio pequeño, los alimentan en gran medida con productos que vienen de fuera – en muchos casos asociados con la deforestación y transgénicos – y utilizan todo tipo de técnicas para maximizar beneficios. Mientras tanto, las nefastas consecuencias de las macrogranjas se expanden:
- Contaminación del agua por nitratos. El 39 % de las aguas subterráneas y el 40 % de las superficiales presentan contaminación por nitratos procedentes principalmente de la agricultura y ganadería industriales. Al generar una ingente cantidad de excrementos, las macrogranjas convierten los campos agrícolas de las inmediaciones en auténticos vertederos de estos residuos. Los excrementos de los animales son un excelente abono para los cultivos, pero en grandes cantidades se convierten en un veneno. Según la Comisión Europea, en la UE la ganadería es la responsable del 81% de las aportaciones de nitrógeno a los acuíferos. Más de 200 pueblos no pueden utilizar el agua del grifo debido a esta contaminación. La situación de la contaminación del agua por nitratos en España es tan grave que en 2024 el Tribunal de Justicia de la UE dictó una sentencia condenatoria contra nuestro país.
- Cambio climático. El sector agrario es ya el tercer sector que más gases de efecto invernadero emite. El 75,3 % de las emisiones directas de este sector están provocadas por la ganadería, siendo las emisiones de metano – el segundo gas de efecto invernadero con más emisiones en España – una clara demostración de la contribución de la ganadería a la crisis climática: la ganadería es la responsable del 62,4 % de las emisiones totales de este gas contaminante en España.
- Contaminación del aire. Contaminación del aire. La ganadería industrial fue la responsable del 94% de las emisiones declaradas de amoniaco en 2023 (últimos datos del PRTR), 69% el porcino y 25% la avicultura. Curiosa e inexplicablemente, por no estar incluido en la normativa como se ha dicho arriba, el vacuno está exento de declarar sus emisiones.
- Sufrimiento animal. Los animales en las macrogranjas se encuentran confinados y son alimentados de forma permanente dentro de instalaciones bajo condiciones estrictamente controladas por los seres humanos para que engorden lo más rápidamente posible o, por ejemplo, en el caso de algunas explotaciones, aunque puedan salir al exterior, no tienen acceso a pastos o a un espacio suficiente para expresar las conductas propias de su especie.
- Efectos en nuestra salud. Efectos en nuestra salud. Además de las consecuencias negativas que tiene comer carne en exceso, las macrogranjas suponen otros peligros para nuestra salud debido a las prácticas que se emplean. El uso abusivo de antibióticos en los animales contribuye significativamente al desarrollo de resistencias a estos medicamentos en las personas, y España es el país de Europa que más los utiliza en la ganadería (29 % de todos los antimicrobianos utilizados en la ganadería en la UE). También las elevadas emisiones de amoniaco de estas instalaciones (además de los nitratos en el agua) suponen un grave peligro para la población.
- Pérdida de biodiversidad. Pérdida de biodiversidad. El 80% de la superficie agrícola mundial ya se destina a producir alimentos para animales y no para las personas (en España la cifra es el 66%). La producción de piensos para la ganadería industrial está deforestando los más preciados bosques del planeta, como la Amazonia. Además, la contaminación del agua derivada de este modelo está acabando con ecosistemas únicos. Seguramente el más conocido en nuestro territorio es el caso del Mar Menor.
La solución
Las macrogranjas solo tienen aspectos negativos. Ni siquiera sirven para crear empleo y fijar población en la España vaciada, como algunos quieren hacer pensar.
La automatización de los procesos de producción hace que la ganadería industrial genere mucho menos empleo que la extensiva. Si se adoptara el Modelo Alimentario Sostenible propuesto por Greenpeace, en el cual se abandona por completo la ganadería industrial, en este sector se podría duplicar el empleo en 2050.
Firma y exige el cierre de las macrogranjas
Más de 500.000 personas han firmado para pedir la prohibición de las macrogranjas. ¡Nos faltas tú!
Qué está haciendo Greenpeace
En Greenpeace señalamos las consecuencias que están teniendo las macrogranjas que ya existen, como la de Caparroso, en Navarra. Como, después de ocho años, hemos conseguido parar definitivamente la macrogranja que querían construir en Noviercas, Soria, y mucho mejor que eso, lograr una legislación que no permite poner un proyecto de ganadería de vacuno como este sobre la mesa, ahora queremos parar la supermacrogranja de gallinas ponedoras que quieren hacer en San Clemente, Cuenca. También hemos señalado las macrogranjas más contaminantes de España, como la de CEFUSA (Grupo Fuertes/El Pozo) en Castilléjar, en Granada.
Hemos promovido la creación de una Red Ciudadana de Vigilancia de Nitratos para medir la contaminación por nitratos en todo el territorio. Y estamos presionando a la administración para que adopte medidas realmente eficaces. Y algunas, como la Estrategia NitraCHE, lo son. Pero queda mucho por hacer.
Qué puedes hacer tú
¡Actúa con tu consumo! Reduce tu consumo semanal de carne a unos 300 gr, de lácteos a unos 1.750 gr y de huevos a unos 54 gr, esto contribuirá a debilitar el modelo de ganadería industrial en favor de uno más sostenible con el planeta y a mejorar tu salud.
¡Únete a Greenpeace! Firma nuestra petición para exigir el cierre de las macrogranjas o forma parte de nuestra organización para exigir a gobiernos y empresas que fomenten una ganadería extensiva y ecológica, que tenga en cuenta el bienestar animal y nuestra salud.