La Amazonia es la mayor región de bosque tropical del planeta. Desde 1970 se ha perdido solo en Brasil una superficie forestal más grande que toda Francia. La ganadería ha sido la responsable de la mayoría de esta deforestación.
Entre
2020/21
la Amazonía brasileña perdió 8.712 Km2 de selva, el segundo peor dato de los últimos 13 años.
En la década de los 90 la selva absorbía
2.000 millones
de toneladas de CO2. En 2021 la región emite más CO2 del que absorbe.
En 2019
33 activistas fueron asesinados
Brasil ocupa el tercer lugar en el ranking de asesinatos de activistas ambientales en 2019.
Sakí barbudo negro en el Amazonas Jaguar en el Amazonas Amazona frentiazul en el Amazonas

El problema

La Amazonia, la mayor región tropical del planeta, pierde cada año enormes extensiones de selva, emitiendo grandes cantidades de gases de efecto invernadero en un contexto de violencia y violaciones de los derechos humanos. Si queremos evitar un empeoramiento del cambio climático, la pérdida de su rica biodiversidad y garantizar la supervivencia de los pueblos indígenas, es fundamental detener la deforestación y degradación de la Amazonia.

Brasil es el país que alberga la mayor parte de la selva amazónica, pero la deforestación y la degradación forestal es un problema crónico. La expansión de la frontera agrícola para la creación de pastos para la ganadería y el cultivo de soja y es la principal responsable de este problema. También, la explotación forestal industrial, en gran parte ilegal, abre el camino a la destrucción posterior mediante el uso del fuego. Otra gran amenaza son los grandes proyectos hidroeléctricos que amenazan los valiosos ríos de la cuenca amazónica.

Nuestra dieta tiene mucho que ver con lo que pasa en la Amazonia. La expansión del cultivo de soja en Brasil se debe en gran medida a la demanda internacional de piensos que la ganadería industrial necesita para alimentar los pollos, cerdos, vacas, etc. que forman parte de nuestra dieta excesivamente rica en proteína de origen animal.

También hay empresas españolas responsables en la conflictividad que se vive en la región amazónica. Empresas eléctricas y empresas aseguradoras están intentando hacer negocios con estos proyectos destructivos. Además, el mercado español de madera tropical tiene una gran responsabilidad, ya que España también es uno de los mayores importadores europeos de madera tropical amazónica. La demanda de maderas valiosas, como el ipé, alimenta el fraude y la corrupción en el sector forestal. España es, dentro de la UE, uno de los principales importadores de madera de ipé, contribuyendo no solo a la destrucción de la Amazonia sino también a la invasión de territorios indígenas o el trabajo esclavo.

Corocoros rojos volando sobre la costa de Brasil Niños Munduruku nadando en el río Tapajós en el Amazonas Imagen aérea del río Tapajós en Pará

La solución

Las empresas y gobiernos deben asumir sus responsabilidades como principales responsables de la destrucción del Amazonas y han de:

  • El Gobierno de Brasil debe comprometerse a implantar una política de cero deforestación y cumplir sus compromisos internacionales en materia de medio ambiente y derechos de los pueblos indígenas.
  • Las empresas que operan en Brasil deben implementar procedimientos de Debida Diligencia para evitar que su actividad suponga la vulneración de los derechos humanos e impactos negativos sobre el medio ambiente, procedimientos que eviten su participación en proyectos que puedan impactar negativamente en los ecosistemas amazónicos y en su población.
  • La Unión Europea (UE) debe exigir el estricto cumplimiento del Reglamento EUTR, que impide la entrada en Europa de madera y otros productos forestales procedentes de la destrucción de los bosques.
  • La Unión Europea debe aprobar una Ley que impida la entrada de materias primas de materias primas (soja, carne, aceite de palma, madera o papel) que procedan de la deforestación.
  • Las administraciones, a través de la contratación pública, deben priorizar aquellos productos que no estén asociados a la destrucción de los bosques o a la violación de derechos humanos contra las comunidades que los habitan.
  • La ciudadanía debe adoptar estilos de vida y consumo sostenibles, evitando el consumo innecesario, el derroche de recursos y realizando una compra consciente y comprometida con el planeta y los derechos humanos.
  • Entre los estilos de vida necesarios es obligado mencionar la necesidad de adoptar una dieta baja en proteína animal donde predominen los alimentos de origen vegetal, ecológicos y locales. Tenemos que consumir menos carne y de mejor calidad, desechando los productos procedentes de los sistemas intensivos y apoyando la ganadería local en régimen extensivo y ecológico.

Qué está haciendo Greenpeace

Para acabar con la deforestación y degradación de la Amazonia tenemos que presionar a las instituciones internacionales y el gobierno de Brasil, convencer a las grandes empresas y transformar el actual sistema económico que prima el consumo y derroche de recursos. Por eso:

  • Demandamos una Ley de Deforestación Cero en Brasil, para reducir drásticamente la deforestación y degradación de la selva Amazónica y otros tipos de bosque como el Cerrado.
  • Investigamos sobre el terreno y documentamos las cadenas de suministro de materias primas (soja, carne, madera) para señalar a las empresas y gobiernos que están permitiendo o apoyando el comercio internacional de productos procedentes de la destrucción forestal.
  • Establecemos alianzas con otras organizaciones y con pueblos indígenas para la defensa del medio ambiente y los derechos sobre sus territorios.
  • Exigimos a las empresas españolas que establezcan sistemas de control para evitar la financiación o la implicación en en proyectos que puedan dañar el medio ambiente.
  • Exigimos a la Comisión Europea que adopte una legislación exigente que evite la entrada en la UE de materias primas procedentes de la deforestación y degradación forestal.
  • Promovemos entre la ciudadanía hábitos de consumo responsables con las implicaciones ambientales y sociales de nuestro modo de vida.
Lucha contra la importación de madera ilegal

¿Qué puedes hacer tú?

Pide a la Xunta de Galicia que ponga fin a la importación de madera ilegal. Madera tropical procedente de un empresario brasileño condenado por tala ilegal e implicado en una matanza de colonos en Mato Grosso está siendo enviada al puerto de Vigo sin que la Xunta haga nada por investigar el caso y detener este comercio ilícito.

¡Firma la petición!

¡Actúa con tu consumo! Elegir mal la madera puede tener una repercusión negativa para bosques primarios como el amazónico, en especial para aquellas especies que están amenazadas o que proceden de regiones afectadas por la mala gestión forestal, la tala ilegal, la deforestación, las invasiones de territorios indígenas o la violación delos derechos humanos. Aquí te proponemos algunos consejos para elegir bien la madera o darle nueva vida a la que ya tienes.

¡Súmate a Greenpeace! Sé parte de nuestra organización para exigir a las empresas que adopten medidas responsables de explotación forestal, y a los gobiernos que actúen contra la madera ilegal. Donde una persona no llega, un colectivo sí. ¡Pincha aquí para unirte a Greenpeace!