¿Sabías que España alberga lo mejor y lo peor de la agricultura y ganadería europea?
El 30% de las estaciones que controlan el agua subterránea y el 50% de las del agua superficial indican contaminación por nitratos, provocada principalmente por la agricultura y ganadería industriales.
El problema
El desarrollo de enfermedades, la desaparición de insectos vitales como las abejas, la contaminación de nuestras aguas y tierras, la deforestación, la contribución al cambio climático… Estas son algunas de las consecuencias de la agricultura y ganadería industriales que, además:
- Son destructivos, ya que consumen gran cantidad de agua y petróleo.
- Están asociados a la deforestación de ecosistemas de gran valor.
- Emplean productos químicos (fertilizantes y plaguicidas) que provocan emisiones de gases de efecto invernadero, contaminan los acuíferos, suelos y los alimentos y afectan a la biodiversidad.
- Perjudican a los pequeños productores y concentran el control del negocio de la agricultura y la ganadería en pocas manos (el 76% del mercado agroquímico es controlado por seis multinacionales y 53% del mercado de semillas por tres), amenazando la soberanía alimentaria.
- Amenazan la agrodiversidad (en el último siglo, se estima que se perdió un 75% de los cultivos y el 17% de las razas ganaderas del mundo están en riesgo de extinción) y la biodiversidad en general.
- Son responsables de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero globales.
- Consumen el 70% del agua dulce del planeta.
La agricultura y la ganadería industriales nacieron con el único objetivo de incrementar masivamente la producción de alimentos… Producir mucho, en poco tiempo y al más bajo coste económico. Y lo consiguieron, pero con unos “intereses” que no podrá pagar nuestra generación ni las futuras. La triste realidad es que cerca 1/3 de los alimentos producidos a nivel global se tiran a la basura, cuando el número de personas hambrientas supera la alarmante cifra de 800 millones de personas. Además para producir estos alimentos que terminan en la basura se utilizan muchos recursos, por el ejemplo el 24% del agua dulce… para nada.
Por otro lado, la inmensa mayoría de la producción mundial de alimentos no se destina a alimentar a personas directamente, sino a producir piensos para que en los países enriquecidos se pueda disponer de carne, y otros derivados animales, barata. Los grandes cultivos para producir piensos para alimentar a animales, que a su vez satisfacen nuestras necesidades insanas de carne, están destruyendo el planeta.
En España, la ganadería industrial está creciendo de una forma desmesurada y totalmente descontrolada. Las consecuencias ya son visibles y nefastas. Muchos pueblos se quedan sin agua potable debido a la contaminación por nitratos. 67% de las emisiones directas de gases de efecto invernadero del sector agrícola son provocadas por la ganadería. 31% del metano emitido es responsabilidad del porcino industrial… y eso que el vacuno está exento de declarar sus emisiones. 94% de las emisiones de amoníaco generadas a nivel estatal son responsabilidad de la producción de cerdos, aves y huevos (67% el sector porcino y 27% el avícola). 66% de la superficie cultivada se destina ya a producir alimentos para animales, no para las personas. Somos los campeones en el uso de antibióticos en la ganadería y en el 2020 se sacrificaron más de 1.700 por minuto. Un total de 910.959.880 animales, más que personas hay en toda la UE.
La solución
La respuesta es la agroecología: una agricultura y ganadería verdaderamente sostenibles, económica, social y ambientalmente, en las que se prohíbe la utilización de agrotóxicos y de transgénicos y que, al contrario que la agricultura y ganadería industriales, no se desarrollan en detrimento del medioambiente. La agricultura y ganadería ecológicas trabajan con la naturaleza, no en su contra como la industrial.
Este modelo está basado en una gestión sostenible de los recursos locales que beneficia a las personas productoras y consumidoras. Alrededor de todo el mundo existen explotaciones de agricultura y ganadería ecológicas que demuestran cada día que pueden proveer suficiente alimento, aumentar la seguridad alimentaria, preservar la biodiversidad y generar una mayor calidad de vida a quienes producen los alimentos y a quienes los consumen.
Un reciente informe de uno de los máximos organismos públicos de investigación científica de Francia (CNRS) concluyó que la producción ecológica podrá alimentar a todas las personas de Europa en 2050. Para ello dicen que es necesario:
- Reducir la cantidad de alimentos de origen animal en la dieta.
- Poner en práctica una rotación de cultivos diversificada y basada en las legumbres.
- Alimentar al ganado solo con recursos domésticos, sin recurrir a piensos importados.
Un cambio de sistema es posible y lo vamos a hacer realidad. Pero… ¡te necesitamos!
Qué está haciendo Greenpeace
En Greenpeace trabajamos para conseguir un modelo de agricultura y ganadería sano para el planeta y para las personas como es el que se fundamenta en la agroecología. Por ello estamos exigiendo al Gobierno español que:
- Apueste decididamente por la agricultura y ganadería ecológica.
- Prohíba la liberación de cultivos transgénicos al medio ambiente.
- Mientras se permita el cultivo de transgénicos, que publique datos fiables y exactos sobre su cultivo en España.
- Prohíba todos los plaguicidas perjudiciales para abejas y otros polinizadores.
- Prohíba el uso del glifosato.
- No autorice proyectos de macrogranjas ni la ampliación de los existentes, desarrolle un plan para la reducción progresiva de la cabaña ganadera en intensivo y fomente la reducción del consumo de carne y otros derivados animales.
¿Nos ayudas? Sé parte del cambio y exige a los gobiernos y empresas que adopten políticas y prácticas sostenibles. Puedes ayudarnos firmando la petición de ¡Macrogranjas NO! o ¡Pinchando aquí para unirte a Greenpeace!